El Papa Francisco, cuyo nombre original fue Jorge Mario Bergoglio, dejó un legado profundo y conmovedor en la historia reciente de la Iglesia. En esta biografía del Papa Francisco, conocerás los momentos más importantes de su vida, su misión pastoral, y cómo su ejemplo de humildad, fe y servicio tocó el corazón de millones de personas alrededor del mundo.

Orígenes y vida antes del papado
Jorge Mario Bergoglio, conocido mundialmente como el Papa Francisco, nació el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina. Hijo de inmigrantes italianos, creció en el barrio porteño de Flores dentro de una familia católica trabajadora y fue el mayor de cinco hermanos. Desde joven mostró una profunda fe y vocación religiosa. Inicialmente, sin embargo, cursó estudios técnicos (se diplomó como técnico químico) antes de sentir el llamado al sacerdocio.
A los 21 años ingresó al seminario y poco después decidió unirse a la Compañía de Jesús (los Jesuitas), comenzando su noviciado el 11 de marzo de 1958. Tras completar sus estudios de Humanidades en Chile y obtener la licenciatura en Filosofía en 1963, Bergoglio enseñó literatura y psicología en colegios jesuitas, demostrando ya entonces su pasión por la educación y la formación moral.
En 1967 concluyó sus estudios de Teología y el 13 de diciembre de 1969 fue ordenado sacerdote en Buenos Aires. Como joven sacerdote jesuita, continuó su formación en España y emitió sus votos perpetuos en 1973. Ese mismo año, con tan solo 36 años, fue nombrado Provincial (superior) de los jesuitas en Argentina, cargo que desempeñó durante seis años en una época socialmente convulsa.
Al terminar su servicio como provincial, retomó la labor académica y pastoral: fue maestro de novicios, profesor de Teología y guía espiritual para muchos jóvenes religiosos. Su sencillez de vida y cercanía con la gente común ya le caracterizaban en estos años formativos.
Ministerio episcopal en Argentina
La trayectoria de Bergoglio dio un giro importante en 1992, cuando el papa Juan Pablo II lo nombró obispo auxiliar de Buenos Aires. Recibió la ordenación episcopal el 27 de junio de 1992, eligiendo como lema de su escudo Miserando atque eligendo, frase en latín que significa “lo miró con misericordia y lo eligió”.
En 1997 fue promovido a arzobispo coadjutor de Buenos Aires y, tras el fallecimiento del cardenal Antonio Quarracino, le sucedió el 28 de febrero de 1998 como Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina.
El 21 de febrero de 2001, Juan Pablo II lo creó cardenal. Como cardenal, continuó viviendo con austeridad y trabajando cerca de la gente. Se ganó el apodo cariñoso de “el obispo de los pobres” por su constante presencia en barrios humildes y por alzar la voz en defensa de los vulnerables. Presidió misas para personas en situación de calle y visitó cárceles, mostrando un estilo pastoral muy cercano al pueblo.
Su sencillez y cercanía con los pobres marcaron profundamente esta etapa de la biografía del Papa Francisco, que lo preparó para guiar a la Iglesia universal.
También jugó un papel importante durante la crisis económica y social que atravesó Argentina en 2001, brindando esperanza y apoyo moral a la población. Entre sus colegas obispos, el Cardenal Bergoglio era reconocido por su espiritualidad profunda y su capacidad de diálogo; fue elegido presidente de la Conferencia Episcopal Argentina en 2005, cargo en el que fue reelegido en 2008.
Elección como Sumo Pontífice.
El 11 de febrero de 2013, el papa Benedicto XVI anunció su renuncia al pontificado, un hecho histórico que llevó a la convocatoria de un cónclave en marzo de ese año. Durante el cónclave, el cardenal Bergoglio emergió como un candidato de consenso. El 13 de marzo de 2013, Jorge Mario Bergoglio fue elegido Papa. Al aceptar la elección, manifestó que deseaba ser conocido como Francisco, en honor a San Francisco de Asís. Francisco se convirtió en el 266.º Papa de la Iglesia católica y en el primero originario de América, además de ser el primer Papa jesuita y el primero no europeo en más de 1200 años.
La misma noche de su elección, Francisco se presentó en el balcón de la Basílica de San Pedro con un simple “Buenas noches” y un gesto inolvidable: antes de impartir la bendición apostólica, pidió humildemente al pueblo que orara por él. En lugar de la solemne tiara o coronación, Francisco inició su ministerio con una misa sencilla, dejando claro su deseo de servir como siervo de los siervos de Dios.
Un pontificado de cercanía y reformas.
Desde el comienzo de su pontificado en 2013, el papa Francisco imprimió un estilo pastoral y cercano. Rompiendo con algunas tradiciones, decidió residir en la Casa Santa Marta en lugar del Palacio Apostólico. Rechazó los lujos, optando por vehículos sencillos y manteniendo sus zapatos negros gastados. Mostró apertura y misericordia hacia todos, y promovió una opción preferencial por los pobres.
En el ámbito de gobierno, impulsó reformas profundas de la Curia Romana, promoviendo una mayor transparencia, sinodalidad y eficiencia. Publicó la constitución apostólica Praedicate Evangelium en 2022. Fortaleció las medidas contra los abusos sexuales, estableciendo una política de tolerancia cero. Alzó la voz en defensa de migrantes, refugiados, el medio ambiente y la justicia social. Promovió el diálogo interreligioso, visitó países de mayoría musulmana, y firmó documentos históricos sobre la fraternidad humana.
Enseñanzas y documentos clave.
- Evangelii Gaudium (2013), fue un llamado a renovar la alegría del Evangelio.
- Laudato Si’ (2015) se convirtió en un documento clave sobre el cuidado de la creación.
- Amoris Laetitia (2016) abordó el amor en la familia con un enfoque pastoral y misericordioso.
- En Gaudete et Exsultate (2018), habló de la santidad cotidiana.
- En Christus Vivit (2019), dirigió palabras cercanas y motivadoras a los jóvenes.
- Fratelli Tutti (2020) propuso la fraternidad universal y la amistad social.
Todos estos documentos muestran a un Papa profundamente comprometido con una Iglesia viva, cercana y alegre.
Legado espiritual y cultural del Papa Francisco
El legado del Papa Francisco es inmenso. Deja una Iglesia más consciente de la misericordia, más cercana a los pobres, más activa en el cuidado de la creación y más abierta al diálogo. Sus gestos de sencillez marcaron un nuevo estilo de ser Papa: cercano, humilde, sin pretensiones. Fue un líder moral para creyentes y no creyentes, un pastor que supo hablar al corazón del mundo contemporáneo. Su estilo transformó la imagen del pontificado y su insistencia en caminar juntos inspiró una nueva etapa de sinodalidad en la Iglesia.
La biografía del Papa Francisco no puede separarse de su testimonio de vida sencilla, su amor por los más olvidados y su llamado constante a la fraternidad.
Un estilo personal humilde: curiosidades de su vida.
Vivía en un departamento sencillo cuando era arzobispo. Usaba el transporte público. Cocinaba por sí mismo. Le gustaba el fútbol, era hincha del club San Lorenzo. De joven bailaba tango. Leía a autores como Dostoievski y Borges. Perdió parte de un pulmón de joven, pero eso no detuvo su misión. Siempre pidió “Recen por mí”, y su sonrisa y cercanía lo convirtieron en uno de los papas más queridos de la historia.
Fallecimiento del Papa Francisco y comienzo de la sede vacante.
El 21 de abril de 2025, lunes de la cuarta semana de Pascua, el Papa Francisco partió a la Casa del Padre a los 88 años de edad, tras enfrentar con serenidad y fe sus últimos días de vida. El mundo católico recibió la noticia con profundo pesar, pero también con una inmensa gratitud por su legado de humildad, justicia y cercanía.
Se ha iniciado entonces el protocolo establecido para estos casos: el Camarlengo certificó su muerte, se cerró el apartamento papal y se proclamó oficialmente la sede vacante. En la Plaza de San Pedro, miles de fieles comenzaron a reunirse espontáneamente para rezar el Rosario y asistir a las misas celebradas por su alma.
Miles de fieles están acudiendo a la Basílica Vaticana, mientras la Iglesia universal se une en oración y discernimiento antes del cónclave que elegirá a su sucesor. Su sepultura se llevará a cabo en los próximos días, bajo una lápida sencilla que él mismo había solicitado en vida, fiel a su estilo sobrio y humilde hasta el final.
Recordar la biografía del Papa Francisco es volver a mirar a un hombre que vivió el Evangelio con radicalidad, ternura y compromiso pastoral.